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Un 9 de Julio a todo gas


08 de julio de 2023

Es lo que hay. Se eligió la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner para celebrar la Independencia de nuestra Patria. Una foto de unidad y una postal de estos tiempos. Paradigmas de nuestras independencias ausentes en una coyuntura desertificada ideológicamente.

Fernando Gomez

“Aspiramos a una liberación absoluta de todo colonialismo económico” sostuvo Juan Domingo Perón al presentar en el año 1946 su primer plan quinquenal.

El 1 de enero de 1947, en el primer aniversario de la creación de Gas del Estado, Perón y el ingeniero Julio Canessa soldaron el primer caño del gasoducto que uniría Comodoro Rivadavia con Llavallol.

Dos años después, el 29 de diciembre de 1949, se concluía el primer gasoducto en nuestro suelo. 1605 km de caños que daban forma a uno de los gasoductos mas largos del mundo. Argentina pasaba de calentar con gas de alumbrado en base a carbón de hulla importado de Gran Bretaña a ser el tercer país en el mundo -en 1955- mas avanado en el aprovechamiento del gas natural, lo superaban apenas Estados Unidos y la Unión Soviética.

En 1992, al momento de ser privatizada Gas del Estado y desmembrada en 13 empresas que desmantelaron la integración en el aprovechamiento y suministro del gas, el Estado administraba 21.728 km de gasoductos (12.550 mayores y 9.178 menores).

El repaso no es caprichoso. Mañana nuestra Patria celebrará su independencia inaugurando el gasoducto Néstor Kirchner, 583 km de la primer etapa que une Tratayén en Neuquén con la estación compresora Saturno, ahí cerquita de las ruinas de Epecuén, donde se conecta con el gasoducto Neuba II, construído en 1988 en apenas un año y que también une Loma la Lata (Neuquén) con la misma estación compresora.

Los gasoductos no son discursos, son obras concretas y materiales que importan poner en debate la infraestructura en clave de proyecto económico nacional. En el año 2013 Julio De Vido anunciaba un tramo de 757km del gasoducto del NEA en Formosa. En su discurso, contrastaba un gasoducto pensado para fortalecer la industria y los hogares de nuestro noreste con “la década del 90 cuando se construyeron 9 gasoductos para exportar gas, porque el gas sobraba en la Argentina” Sostenía en aquél acto que “Ahora el gas es nuestra matriz energética y con ese producto estamos llevando adelante el proceso de industrialización más fabuloso que se ha llevado adelante en la Argentina”.

“La inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner va a cambiar a la Argentina para siempre” anunció hace apenas 48 horas la vocera presidencial Gabriel Cerruti, quien seguramente desconoce la historia gasífera de nuestro país, y además, padece de esa costumbre extendida en la clase política moderna de inflacionar las palabras hasta el límite del ridículo.

La dimensión discursiva que rodea la construcción de un gasoducto marca el estado de las cosas en cuanto a profundidad y sentido de los proyectos políticos que esbozan las actuales fuerzas con pretensiones electorales en la Argentina.

 

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Apuntes sobre el gasoducto

El gasoducto fue financiado por el Estado Nacional, a través de su empresa ENARSA. El 22 de Junio se publicó el contrato entre la estatal ENARSA y la estatal CAMMESA que administra el mercado eléctrico mayorista, en el que CAMMESA se compromete a pagar tarifas en dólares por 35 años por el transporte del gas en el gasoducto Néstor Kirchner.

La tarifa dolarizada, implica pensar que el costo de su financiamiento repercutirá en el suministro final o bien en las arcas del Estado por el camino de subsidios. Sorprende la dolarización del costo de transporte, dado que fue una crítica central a la planificación del gasoducto realizada durante el macrismo por parte de la actual alianza gobernante, y además, se choca frontalmente con cualquier pretensión de romper la estructura bimonetaria de nuestro país, como tanto se pretende discursivamente.

También en Junio, ENARSA puso en conocimiento que la operación y el mantenimiento del gasoducto estará en manos de Transportadora de Gas del Sur (TGS) controlada por Marcelo Mindlin, propietario de Pampa Energía.

Marcelo Mindlin, junto a Techint de Paolo Rocca, ya se habían logrado quedar con la construcción del gasoducto por la suma de 65 mil millones de pesos. Además, Paolo Rocca se quedó con la provisión de los caños para desarrollar la obra.

Por adentro del gasoducto circulará el gas de Vaca Muerta. En la cuenca neuquina, de Enero a Mayo de éste año, dos empresas explicaron el 49% de la exportación de gas: TecPetrol de Paolo Rocca un 28,5% y Pampa Energía, de Marcelo Mindlin un 20,6%.

La producción de los caños, la construccin, el transporte y la mitad del gas que circule, son aspectos del gasoducto que fortalecen la posición dominante en el mercado de Marcelo Mindlin y Paolo Rocca. El financiamiento y el costo de las tarifas en dólares, lo asume el Estado Nacional, el mismo que financia los reiterados Plan Gas para el incentivo de la producción, y el mismo que asume por intermedio de YPF los costos de importción de gas, mientras los privados priorizan los saldos exportables.

Y además, como si esto fuera poco, Paolo Rocca y Marcelo Mindlin encabezan cualquier ranking que ponga en examen a los responsables de la fuga de capitales en la Argentina.

Y aún así, sin poner en tensión la hegemonía absoluta que tienen los grupos económicos extranjerizados sobre nuestra matriz energética, se celebrará la independencia de nuestra Patria en la estación Saturno. Para regocijo de Marcelo Mindlin, propietario de la estación compresora por apropiación de Gas del Estado en los 90, y de Paolo Rocca, quien cuenta la plata de los caños del segundo tramo de éste gasoducto, los cuales proveerá inevitablemente, por haberse quedado con la privatización de SOMISA en la década del 90 con su hoy monopolica Techint. Dos emblemas del mérito propio.

 

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Crisis de representación

Un reciente informe de la consultora TAQUION examinó las representaciones de nuestro Pueblo acerca del concepto de “Independencia”. Entre muchos interrrogantes se consultó a los encuestados sobre “¿qué partido y/o frente representa para vos el concepto de “independencia”?”. El 21,6% sostuvo que el Frente de Todos, el 19% se inclinó por Juntos por el Cambio, el 13,9% respondió que La Libertad Avanza. Sin embargo, el 38,5% respondió con un contundente “Ninguno”.

Una respuesta que, como lo hace elección tras elección el voto en blanco y el abstencionismo electoral, tendrían que encender las alarmas de una clase política que ve crujir la representación simbólica debajo de sus intereses.

Aquella nitidez  en la representación de intereses que se expresaba hasta el año 2019, con toda evidencia se fue resquebrajando, hasta el punto de una crisis que se pone en evidencia cada día con más profundidad.

Fue quedando atrás el tiempo en que estaba claro en el enfrentamiento electoral entre el macrismo y el kirchnerismo, quien expresaba el Estado y quien el ajuste del gasto público, quien el trabajo y los salarios, y quien expresaba el modelo empresario. Quien representaba los intereses extranjeros y quien los nacionales. Quien acordaba con el FMI y quien lo repudiaba.

Los pliegues en las relaciones de poder, la desertificación ideológica que atraviesa su dirigencia política, el elogio al pragmatismo, que opera como escondite a la representación de intereses antagónicas a su sentido histórico, han colocado al peronismo en un túnel del tiempo que lo transporta hasta los tiempos en que el menemismo marcaba su hegemonía en tiempos de consenso de  Washington.

Justo ahora, en momentos en que Estados Unidos promociona un nuevo consenso en el que ubica al Estado como financista y garante de la infraestructura crítica que asegure el suministro de los recursos estratégicos que hacen a sus intereses específicos.

Y volvemos así a interrogarnos sobre el significado del anuncio del gasoducto un 9 de Julio. Justo un 9 de Julio.

 

Desde lo profundo de nuestra historia

Ni el principio de todo, ni mucho menos el fin de toda dependencia. Sin embargo, desde el Congreso de Tucumán, se edificó un punto de inflexión en el calendario de nuestra historia. Los congresales llegados desde distintos rincones de nuestra Patria, proclamaron la independencia de las “Provincias Unidas en Sud América”. El 9 de julio de 1816 se alimentaba el sueño de una Patria Grande y libre de toda dominación extranjera.

“Oíd el ruido de rotas cadenas”, proclamaba aquella marcha patriótica nacida al calor de las batallas libradas por una generación de hombres y mujeres que regaron con su sangre el suelo de nuestra Patria Grande para alcanzar su definitiva independencia.

Cuando sean las 00 horas de la celebración de nuestra independencia, asesores de prensa, publicistas o empleados con acceso a las redes de los funcionarios públicos, habrán dejado programada o realizarán alguna publicación alusiva a la Independencia de nuestra Patria. Luego llegará la foto de “Unidad” al momento de la inauguración del gasoducto, y con ella el inicio de una campaña en el que el sentido histórico de las cosas, en el mejor de los casos, estará ausente.

 

Peronismo de contraste

“Somos una argentina colonial, queremos ser una Argentina libre” proclamaban en absoluta soledad los integrantes de FORJA, allá en su nacimiento por el año 1935. Faltaría una década para que los fundamentos de su agenda patriótica, se transformaran en política de gobierno.

“Aspiramos a una liberación absoluta de todo colonialismo económico, que rescate al país de la dependencia de las finanzas foráneas. Sin bases económicas no puede haber bienestar social: es necesario crear esas bases económicas. Para ello es menester ir ya estableciendo el mejor ciclo económico dentro de la nación, y a eso también tiende nuestro Plan. Debemos producir el doble y a eso multiplicarlo por cuatro, mediante una buena industrialización –es decir, enriqueciendo la producción por la industria-, distribuir equitativamente esa riqueza y aumentar el estándar de vida de nuestras poblaciones” preanunciaba así Perón la Declaración de la Independencia Económica al presentar el Primer Plan Quinquenal en 1946.

El 9 de Julio de 1947, Perón presenta la declaración de la Independencia Económica. “Son impulsos de un renacimiento surgido de la propia grandeza de la patria libre proyectada hacia un porvenir digno de su magnitud”, señalaba y se afirmaba en el acta que en ella se “refirman la voluntad de ser económicamente libres, como hace ciento treinta y un años proclamaron ser políticamente independientes.”

No por nostalgia se lo cita a Perón, mas bien por capricho de andar precisando certezas patrióticas para atravesar urgencias bien actuales. En definitiva, es imposible pensar en superar la crisis que atravesamos y la profundidad de las consecuencias que se avecinan, sin quebrar la matriz colonial que implica el modelo de país factoría que cobró vigencia y encarnó en el sentido común del propio movimiento nacional.

Somos una Patria extremadamente rica, condenada a la pobreza por la ejecución de un programa pensado en el extranjero para satisfacer necesidades foráneas y del que el FMI es gendarme de su cumplimiento.

Y aun así, somos una Nación que tiene su destino de grandeza inscripto en el horizonte de sus expectativas. El problema es que la riqueza de nuestro suelo y subsuelo, aquella que se produce con el trabajo de nuestros compatriotas, se queda atrapada en el engordado balance de un conglomerado de multinacionales. Hay que reconstruir un sentido común que ponga en crisis la ausencia de representación política del sentido de nuestra independencia.

“Seamos libres, que lo demás no importa nada” fue el grito del gran patriota a sus soldados y sigue siendo agenda de futuro para los patriotas de nuestra tierra. Cada día que pasa, con más urgencia que el anterior, se hace necesario alzar la voz, construir fortaleza política y certeza colectiva en una agenda patriótica capaz de reorientar nuestro destino colectivo. 

Fernando Gomez

Fernando Gómez es editor de InfoNativa. Vicepresidente de la Federación de Diarios y Comunicadores de la República Argentina (FADICCRA). Ex Director de la Revista Oveja Negra. Militante peronista. Abogado.

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