San Cayetano, el reencuentro de los trabajadores con la fe fundante de un pueblo
10 de agosto de 2024
La marcha del 7 de agosto de las organizaciones sociales, la CGT y ambas CTA con la consigna Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo marca un rumbo que tiene el desafÃo de convertirse en una agenda de futuro para el pueblo trabajador.
Dice el Papá Francisco en unos de sus preceptos que “La unidad prevalece sobre el conflicto”. Prevalecer no significa superar, más bien habla de la necesidad de asumir los conflictos, no ignorarlos ni disimularlos, pero ponerlos en perspectiva para no perder el sentido de la realidad comidos por la coyuntura.
Los conflictos de los trabajadores argentinos vienen de larga data. A un mercado laboral que se partió, producto de las políticas de la última dictadura militar y el menemismo, se le suma una administración libertaria que busca igualar para abajo las condiciones laborales en lugar de incorporar laburantes al mundo formal, cementar la informalidad y los bajos salarios como garantía de una supuesta “estabilidad financiera” a cambio de la movilidad social ascendente, característica central de la Argentina durante muchas décadas.
Pero la marcha de San Cayetano convocada por la UTEP y la CGT a la que se sumaron el resto de las organizaciones sindicales y hasta un sector de la izquierda, le plantea un primer obstáculo a Milei y los suyos: un pueblo enfrente que, como celebración de su fe fundante, el cristianismo, demostró una vez más que tiene un nivel de organización de sus trabajadores con los que no cuentan otros países de la región y me animaría a decir del mundo.
Hasta acá pintamos un cuadro de una clase a trabajadora plantada para defenderse en unidad, los formales, los informales, los estatales, los privados organizados para pelear contra el avance una fuerza que quiere retrotraer el statu quo a principios de siglo, como si por estas tierras no hayan pasado Irigoyen, Perón y Evita. Lo cierto es que no se puede vivir del pasado, pero el mismo puede servir para inspirarnos, de aquel “La causa o el régimen” de Don Hipólito, o las tres banderas -Independencia Económica, Soberanía Política y Justicia Social- de Perón nos tenemos que valer para saber que las consignas se pueden imponer y convertir en realidad efectiva.
¿Quién no puede estar de acuerdo en un país cuya agenda de futuro sea Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo? Habrá que trabajar (me consta que muchos ya lo están haciendo) para convertir estos anhelos en políticas públicas efectivas que le mejoren la vida a los laburantes y, mientras tanto, conservando la unidad y cediendo cada uno un poco de las ambiciones personales, pero solo tras un programa porque con la unidad en una lista que va a elecciones no alcanza, en las herramientas que lo hagan posible.
Mientras tanto, es momento de predicar esa consigna y de que los que militamos en una organización política, social o sindical hablemos mucho de las ideas, poco de las cosas y nada de las personas.