El 13 de marzo de 2013, cuando se confirmó la noticia de que Jorge Bergoglio se convertía en el Sumo Pontífice, nuestro país se quedó atónito al enterarse de que el nuevo Papa era argentino, y obviamente nos preguntamos: ¿De qué cuadro es?, si había un club con una historia donde las raíces nacen del catolicismo, era justamente San Lorenzo, un club fundado por Lorenzo Massa, quien fue un cura que abrió las puertas de la Iglesia a pibes que jugaban a la pelota en la calle, el mismo Oratorio San Antonio donde nace la pasión de Francisco, y donde sus padres se conocieron.

“No se coman la pelota, desarrollen el juego de equipo. Pertenecer a una sociedad deportiva quiere decir rechazar toda forma de egoísmo y de aislamiento, es la ocasión para encontrarse y estar con los demás, para ayudarse mutuamente, para competir en la estima recíproca y crecer en la fraternidad" argumentó Francisco en la previa de los Juegos Olímpicos Río 2016.

Rechazar toda forma de egoísmo y aislamiento fue lo que hizo Jorge Mario Bergoglio al impulsar el fútbol femenino dentro del Vaticano. Esta historia data de 2018, durante el Día de la Familia del Vaticano, un grupo de mujeres organizó un partido de fútbol, siguiendo la tradición de los empleados varones. Al año siguiente, por iniciativa del papa Francisco, el Vaticano creó un equipo femenino para representar a la Santa Sede.

"El Papa Francisco ha dado un impulso considerable a las mujeres dentro del Vaticano," detalló en su momento Danilo Zennaro, representante del deporte en el Vaticano. Y agregó: "Hemos tenido un equipo masculino durante 48 años, por lo que fue justo ofrecer la posibilidad a las mujeres que trabajan en el Vaticano para practicar este deporte".

Sus comienzos con el deporte datan de su infancia, ya que su padre practicaba el Básquet en San Lorenzo, en las viejas canchas ubicadas por debajo de “El Gasómetro”. Asimismo, el deporte que pregonaba en el club, era el fútbol, por ello a los 10 años, Jorge Bergoglio quedó cautivado por el estilo de juego del equipo campeón local de 1946, memorizando para siempre su alineación: Mirko Blazina, José Vanzini, Oscar Basso, Ángel Zubieta, Salvador Grecco, Bartolomé Colombo, Antonio Imbelloni, Armando Farro, René Pontoni, Rinaldo Martino y Oscar Silva.

Como esas paradojas del destino o casualidades de la vida, el mismo año que asume Francisco en la Santa Sede, San Lorenzo obtiene el campeonato local de manera milagrosa, al ser el equipo campeón con menos puntos. Gracias a ese título, el “Cuervo” obtiene la clasificación a la tan esquiva Copa Libertadores, que en 2014 logra levantar. Días después de la consagración la Copa fue llevada al Vaticano para agradecer por esa bendición divina.

Lo más curioso y que llamó la atención de los simpatizantes de San Lorenzo es que Francisco falleció a los 88 años, y a las 2:35 am (Hora argentina), que coincide con su N° de socio del club, el cual es 88.235

Hablando de fútbol y religiones, no se nos puede pasar por alto a Maradona, que también tuvo sus controversias con la Iglesia, cuyas mismas Francisco se encargó de sanar. “Quisiera transmitirles a todos los argentinos que ayer volví a la Iglesia gracias a Francisco. Me había alejado porque estaba enojado con Dios, pero en Francisco encontré un hombre humano que no me hizo besar el anillo y que me dio un abrazo como si me lo hubiera dado mi viejo. Eso me compró el corazón.” agregaba el astro mundial ante la presencia del Sumo Pontífice.

También Jorge Mario tuvo su encuentro con Lionel Messi quien lo despidió en sus redes sociales con una descripción simple y perfecta: “Un Papa distinto, cercano, argentino. Gracias por hacer del mundo un lugar mejor. Te vamos a extrañar”.

Asimismo, el Papa Francisco dijo que el mejor jugador que vio fue ni más ni menos que Pelé: “Para mí, de esos tres, el gran señor es Pele. Un hombre de corazón. Una vez lo encontré en un avión, cuando iba a Buenos Aires. Un hombre de una humanidad tan grande… pero los tres son grandes” sentenciaba Francisco sin titubear.

Jorge Mario Bergoglio fue uno de nosotros, argentino, futbolero y que pensaba en los que menos tienen. Así lo demostró en sus primeros días como Papa, sin ostentar joyas ni oro, ni tampoco sillones que demostraban el cargo más alto en la Iglesia Católica. Siempre hay que tener presente que la representación de Dios en la Tierra, fue argentino como vos y como yo.