Francisco: andar con el corazón despierto
26 de abril de 2025
“Cuando nos asalta la tentación de navegar por la superficie, de vivir corriendo sin saber finalmente para qué, de convertirnos en consumistas insaciables y esclavizados por los engranajes de un mercado al cual no le interesa el sentido de nuestra existencia, necesitamos recuperar la importancia del corazón”
Papa Francisco
En esta edición de InfoNativa hemos decidido compartir una serie de reflexiones urgentes, de palabras en caliente, que comienzan con un trabajo que solo el tiempo y la organización polÃtica capaz de vencerlo, habrán de transformarlo en aporte indispensable para desentrañar los desafÃos de un tiempo presente plagado de oscuridad.
Se nos fue el Papa Francisco. Escapa a toda perspectiva conocida en la historia nacional la dimensión del sentido de su existencia. Falta demasiada historia por transitar, para proyectar el volúmen de su legado.
El primero de su nombre, el primero de nuestra tierra. Un amasijo de nuestros encuentros y desencuentros, de nuestras tradiciones y contradicciones, de nuestros lÃmites y de nuestros desbordes. Una sÃntesis de nuestras tensiones. Argentino en toda su dimensión.
Nos dejó una palabra potente expresada en la urgencia, legó encÃclicas con un mensaje que exige una reflexión profunda mas allá de la lectura por la superficie.
“En este mundo lÃquido es necesario hablar nuevamente del corazón, apuntar hacia allà donde cada persona, de toda clase y condición, hace su sÃntesis; allà donde los seres concretos tienen la fuente y la raÃz de todas sus demás potencias, convicciones, pasiones, elecciones. Pero nos movemos en sociedades de consumidores seriales que viven al dÃa y dominados por los ritmos y ruidos de la tecnologÃa, sin mucha paciencia para hacer los procesos que la interioridad requiere” nos dejó escrito Francisco en octubre de 2024 en su última carta encÃclica “Dilexit Nos”.
Nuestra Patria y su doloroso presente demandan que seamos capaces de encontrar el tiempo y la organización polÃtica para poder discutir en profundidad cómo salimos de este sumidero ético y moral en que se ha convertido el Occidente, del que se pretende que nuestra tierra sea ejemplo nÃtido de sus miserias.
Ser comprometidos con el legado de Francisco, ser misioneros de un paradigma de Justicia Social que se pretende sepultado bajo la basura liberal, resistir a la ofensiva ideológica de un liberalismo radicalizado, construir una Patria en la que vivir en esta tierra se parezca un poco más al reino de Dios y un poco menos al infierno edificado por las pretensiones de un imperio en decadencia, son las tareas ineludibles de un tiempo de desafÃos.