Ajuste 3.0 la estrategia comunicacional de Milei
23 de diciembre de 2023
Comunicaciones breves, juras de ministros monetizados por redes sociales y la capacidad de blindarse quedando del otro lado de la pantalla.
Nada viaja más rápido en estos momentos que la información. El universo de las redes sociales nos ha acostumbrado a la inmediatez absoluta. Todo está a un “click” de distancia, en varias plataformas y el gobierno de Javier Milei utiliza la digitalización para generar una burbuja informativa que lo proteja ante el ajuste bestial al que están llevando a nuestro país.
La comunicación oficial del gobierno se entrega a cuenta gotas por las redes del Presidente, quien retuitea mensajes de seguidores o hace vivos para sortear su sueldo.
Algo muy similar a lo que realiza Nayib Bukele en El Salvador, quien asumió la presidencia de su país en 2019 con tan sólo 37 años. Bukele realizó su primer discurso en la ONU sacándose primero una selfie y acto seguido afirmó: “El nuevo mundo ya no está en esta asamblea general, sino en el lugar donde viajó esta foto. Donde millones de personas están conectadas todo el tiempo, sin distinción de edad. Créanme, más personas verán esta foto que las que escuchen el discurso.”
Sus cadenas nacionales se realizan por Tik Tok, ha despedido funcionarios por “X” (ex Twitter) y, al igual que el libertario utiliza sus redes para likear mensajes que son afines a su gobierno. En medio de esta estrategia comunicacional, hay cárceles para las bandas narcos que son vendidas como “modelo” y miles de denuncias de violaciones a los derechos humanos que no llegan a ningún lado y tampoco son visibilizadas.
Solemos estar acostumbrados a que los medios de comunicación sean afines u opositores a un gobierno, pero en esta nueva era de la información, parece que sacar a los intermediarios se vuelve práctico. “¿Para qué ir a la tele, si en las redes sociales en muy poco tiempo millones miran tu contenido?” afirmó Eugenia Rolón, una de las realizadoras de contenido de Milei en una entrevista.
Tanto el mensaje de Milei por cadena nacional el miércoles, como el mensaje de Sandra Pettovello, son breves. Informan, poco, pero cumplen con el objetivo de disciplinar y no tener que prepararse para preguntas incómodas.
Bullrich, en cambio, realizó una conferencia de prensa para anunciar su protocolo, pero su lógica es distinta: siempre prefiere las cámaras y el despliegue mediático a su alrededor. Pero los miembros de “La libertad Avanza”, parecen respetar esta idea de Milei, de ajustar las medidas gubernamentales a la era de las redes sociales y aplicar la regla “cuanto más acotado, mejor”.
Además, el 10 de diciembre en la jura de ministros, no se permitió que los periodistas pudieran estar presentes, pero Iñaki Gutierrez y Eugenia Rolón transmitieron en vivo desde sus cuentas personales, la jura de Patricia Bullrich y Karina Mieli. Se especula que, en ambos casos, -con millones de reproducciones y miles de “me gusta”- la red social debe haber monetizado ambos lives.
Byung - Chul Han es un escritor coreano que en los últimos tiempos causó relevancia por su libro “Infocracia” en el que habla sobre la digitalización y la crisis de las democracias en el mundo.
“Aturdidos por el frenesí de la comunicación y la información, nos sentimos impotentes ante el tsunami de datos que despliegan las fuerzas destructivas y deformantes. Hoy la digitalización también afecta a la esfera política y provoca graves trastornos en el proceso democrático” afirma el autor.
Milei presentó un decreto de necesidad y urgencia que resquebraja la división de poderes, presentando solo 30 de los 300 cambios que realizó. ¿Qué garantiza la velocidad de la información? Que lo que no se nombra, no existe.
Si no se explica punto por punto, la mayoría de las personas se quedarán con una cadena nacional breve, a pesar de la gravedad de la situación. Hasta algunas empresas de medios parecían deslizar que solo se trataba de 30 anuncios realizados, casi sin nombrar los otros 270.
Algo fundamental que plantea Byung - Chul Han, es la imposibilidad de manejar estas herramientas de la comunicación actual y conectarlas con la realidad política que una democracia necesita.
“El cortoplacismo general de la sociedad de la información no favorece a la democracia. El discurso tiene una temporalidad intrínseca que no es compatible con una comunicación acelerada y fragmentada. Es una práctica que requiere mucho tiempo.”
Solo 12 días lleva el gobierno de Javier Milei y realizó modificaciones trascendentales al sistema democrático, casi sin darnos explicaciones.
En la era de la digitalización, el blindaje al ajuste lo realizan desde las redes sociales.