Operarius, una tragicomedia que navega entre la ficción y el absurdo
03 de agosto de 2024
Una tragicomedia que navega entre la ficción y el absurdo, es la carta de presentación de Operarius, obra escrita por Julieta Grinspan, que mediante una historia algo delirante, logra con gran efectividad invitarnos a reflexionar sobre algunas facetas negativas del capitalismo salvaje. Dirección de Carlos Belloso. Sabados 21 hs en Hasta Trilce (Maza 144)
Una tragicomedia que navega entre la ficción y el absurdo, es la carta de presentación de Operarius, obra escrita por Julieta Grinspan, que mediante una historia algo delirante, logra con gran efectividad invitarnos a reflexionar sobre algunas facetas negativas del capitalismo salvaje, que se olvida por completo de los trabajadores, siendo estos únicamente un instrumento para lograr sus objetivos, pero sin tener ningún interés en brindarles buenas condiciones de trabajo y ni siquiera un sueldo digno.
La obra se centra en la profesión del albañil, pero tranquilamente podrÃa aplicarse a otros oficios. Cuantas veces admiramos algún nuevo complejo edilicio que se levantó en nuestro barrio ?? Remarcando seguramente lo lindo que quedó y ponderando el tiempo récord en que se levantó. Es probable que calculemos el costo que tendrán esos departamentos y que afortunados serán quienes pueden comprar una de sus unidades a estrenar. Hasta ahà todos pensamientos habituales. Pero, alguna vez nos pusimos a pensar en cuantos albañiles trabajaron allà bajo el rayo del solo o con bajas temperaturas para levantar aquella gran torre ?? Y si durante la construcción se produjo algún accidente ?
Y pensamos alguna vez que aquellos obreros que construyen esos edificios que serán viviendas de personas de clase media / alta, probablemente vivan en casas humildes, que ni por asomo tienen alguna de las comodidades de aquellos departamentos. Es algo que la sociedad acepta con naturalidad y está aceptado, que ciertos bienes no son para todos. Pero bueno, aunque sea algo normal, la obra sanamente lo cuestiona, pone en duda esa supuesta naturalidad y lo hace jugando con el absurdo y la exageración, que muchas veces es el mejor método para tomar conciencia de algunas situaciones.
Siendo a la obra en si, tendremos un pozo gigantesco, donde en pocos meses la Empresa Cores planea tener muy avanzada la construcción de un monumental complejo habitacional. El problema es que la construcción está parada, debido a un conflicto que lleva ya algún tiempito y que parece de difÃcil resolución, En escena, entonces aparece una mediadora ( Julieta Grinspan ) que llega al sitio donde se piensa levantar el edificio, con una mentalidad muy positiva. Imaginamos que es abogada y ella misma cuenta que piensa hacerse de una muy buena suma de dinero por mediar en este caso, agregando que son su experiencia, no deberÃa llevarle demasiado. laudar en un tema que le permitirÃa sumar una linda cifra a su abultada cuenta bancaria.
Y entre quien es el conflicto ??? De un lado, tenemos a Cores ( Esteban Parola ) , el empresario a cargo del emprendimiento, que la contrató para que pueda mediar con Firencio ( Julia Nardozza ) el medio oficial que se niega a trabajar y según la patronal, además es responsable de esconder a la cuadrilla de albañiles, que nadie saber donde está. El diálogo entre las partes será tan disparatado como inconducente, más que nada porque el empresario no quiere escuchar lo que le dice Firencio y actúa como si todo se tratara de un juego. No vamos a contar mucho más para mantener el suspenso, solo vamos a anticipar que se van a suceder algunos momentos muy divertidos y otros más bien trágicos, porque como dijimos antes, si bien la obra se basa en el absurdo, transmite un mensaje muy fuerte.
Queremos destacar las muy buenas actuaciones que presenta la obra. Los tres protagonistas se lucen mucho y seguramente cada uno podrá elegir su personaje favorito. Arranquemos por Julieta Grinspan, que además de ser la autora de la obra, lleva adelante el personaje de la mediadora, una mujer bien paqueta, que buscará cumplir su tarea de la manera más sencilla posible. Un personaje que nos recuerda mucho a los tÃpicos abogados, que logran sacar tajadas interesantes de los conflictos ajenos. Encantador el personaje de Julieta, una regia profesional de Recoleta.
Y sigamos con Esteban Parola, como el prototipo del empresario encantador de serpientes. Fanfarrón y algo garca, dará cuenta de un personaje muy divertido. Destacar de Esteban su verborragia y su expresividad, generando muchas risas en la platea. Nos gustó mucho su trabajo. Y cierra la trilogÃa de talentos, Julia Nardozza, como Firencio, un albañil de pocas palabras y muchos gestos, que deberá soportar la marca férrea de sus dos visitantes. que lo observan con desconfianza. Un personaje que navega con habilidad entre lo real y lo onÃrico, que además le pone le toque musical a la puesta, con su acordeón. Muy bueno lo de Julia.
La dirección está a cargo de Carlos Belloso, que aceptó la propuesta de dirigir la obra, seducido por un texto que tiene una interesante crÃtica hacia el capitalismo y muestra una tensión de lucha de clases .existente en la mayorÃa de las sociedades modernas. Resulta atractivo el dispositivo escénico que presenta la puesta, con esa puerta móvil que irá tomando diferentes posiciones y ese pozo iluminado que será visitado por los protagonistas en varias oportunidades. El vestuario y el diseño lumÃnico son otros Ãtems a destacar.
Una original propuesta la de Operarius, que nos permite tener una mirada más profunda de lo habitual en temas cotidianos que solemos dejar de lado, ayudando a reflexionar como hay oficios que requieren un gran esfuerzo fÃsico y un trabajo duro, sin tener reconocimiento de la sociedad, ni mucho menos una buena compensación económica. La obra nos desafÃa a pensar en cuantos hombres trabajaron para construir aquel edificio que tanto elogiamos. Y mucho más aún, ponernos a pensar cuantas historias se enconden detrás de las noticias que asiduamente escuchamos, de que en tal o cual obra, hubo un derrumbe que provocó la pérdida de la vida de algunos de los trabajadores, siendo este tipo de accidentes evitables, si los constructores tomaran las medidas de seguridad adecuadas.
Solo nos queda invitarlos a que conozcan la historia que Operarius nos cuenta, se van a divertir y además van a reflexionar mucho con la temática de la pieza. Un dirección dinámica, un absurdo cruel y estupendas actuaciones confluyen para que disfrutemos de una noche de original teatro independiente, que deja mucha tela para cortar y en lo personal nos retumba en la mente, aquella pregunta de uno de los protagonistas de la obra, rompiendo la cuarta pared y mirando al público formula de manera sorpresiva. Hay algún albañil en la sala, interrogante que el mismo responde, cuando ningún espectador reacciona y riendo asevera, no, no hay ninguno y esto es lógico, si los albañiles no van al teatro.