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Entre funcionarios que no funcionan y conducciones que no conducen


19 de agosto de 2023

Las elecciones primarias de la semana pasada dejan expuestas las falencias del gobierno del frente de todos y esa deuda pendiente con el pueblo. De lo general a lo particular como nuestro movimiento marca, el olvido hacia las mayorías se pagó caro. La militancia requiere un cambio de rumbo drástico para mantener viva la esencia y volver a enamorar. El peronismo seguirá vivo mientras haya un compañero en este suelo que quiera pelear por sus compatriotas y no quedar bien con los de afuera.

Sergio Agustin Vangelista

Las primarias del pasado 13 de agosto en la Argentina han dejado un sin fin de interrogantes, pero también un gran ramillete de certezas de cara a las elecciones de octubre. Como primera respuesta, el pueblo no se equivoca. Nuestros compatriotas llegaron a las urnas con un acuerdo con el FMI que llevo a la Argentina a hipotecar su desarrollo para pagar una deuda adquirida por el PRO y legitimada por el gobierno de Cristina y Alberto Fernández.  El cuidado de los dólares en post del pago al fondo monetario llevaron a la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos, a un 42 % de pobres, a la creación de una nueva categoría dentro del orden social que son aquellos trabajadores registrados bajo empleo formal que aun cobrando un salario mensual no llegan a fin de mes. Existen otros Argentinos que bajo este gobierno no consiguen empleo, o el que consiguen no solo es mal remunerado sino que carece de todo tipo de resguardo en cuanto derechos laborales. Esos mismos compatriotas son los que van al hospital y tienen que hacer largas colas para atenderse, o van y no hay insumos. Son esos mismos argentinos que ven el hecho de compartir un momento y comer un asado como un lujo, dado que la hiperinflación actual eleva los precios con el correr de las horas.

Un modelo de exclusión y ajuste no puede cerrarse de otra manera que no sea con represión, y hace 8 años que nuestro pueblo vive condenado a esta realidad.

Descripto de una manera acotada el momento actual e incluso pasado que vive el pueblo, sumémosle la representación del actual gobierno. Los argentinos votaron en 2019 contra el modelo de ajuste, represión y saqueo de Mauricio Macri y sus cómplices, mientras que el actual gobierno prometía desarrollo, pago de la deuda soberana, medidas legales contra los que adquirieron dicha deuda y condenaron a la Argentina a ser colonia de los Estados Unidos, trabajo digno, libertad a los presos políticos y representación gubernamental de los sueños de las mayorías, nada de eso se cumplió. En nuestro país sigue siendo una quimera llegar a fin de mes, no existe la movilidad social ascendente, los índices de desocupación son preocupantes, el poder judicial es amo y señor de su propia voluntad y no podemos corrernos ni un poco de los deseos que los yanquis tienen para nuestro suelo que es su patio trasero.

¿Qué es lo que esperaban los profesionales de la política? Quien lea estas líneas debe saber que todo lo narrado hasta esta pregunta atiende a una disputa por el sentido del peronismo. Hay algunos que creen que el peronismo simplemente debe estar en la boca para hablar contra los que no piensan como ellos, y hay otros (los que fuimos derrotados ayer, pero sostenemos la esperanza de hoy) que el peronismo nos convocó para transformar la realidad, que por el compañero dejamos la vida, no lo dejamos tirado como estos hicieron con Milagro Sala y Julio De Vido por ejemplo. Que con el único que tenemos un compromiso inquebrantable es con nuestro pueblo y su felicidad, y poco nos importa llevarnos bien con aquellos que quieren que seamos esclavos de los intereses foráneos o minorías cipayas.

Analizando la realidad, es imposible no haber visto lo que se venía. Si para el laburante,que hace 8 años no puede progresar, la plata no le alcanza y ve por la televisión al pre candidato a presidente de Unión por la Patria decir que batimos record de exportaciones y a él nunca le llega, es un razonamiento lógico que vote a un personaje payacesco y ridículo como presidente. Si el Pro les fallo y los que hoy conducen el peronismo también, no podemos esperar que se queden tranquilos rezándole a Eva y prendiéndole una vela agradeciendo que existe una escuela pública para mandar a sus hijos y se cagan de frio porque no hay calefacción, ni tampoco conformarse con que nuestros adultos mayores ganen $80000 y eso sea llamado justicia social.

Bajo este escenario hay que hacerse cargo, la conducción del movimiento se viene equivocando, el peronismo transforma la realidad y no se adapta a lo que le toca, la militancia marca agenda y discute la política, no espera la línea para salir al encuentro con nuestro pueblo, la genera. Y por sobre todas las cosas, se gobierna para las MAYORIAS. Tendremos que salir al encuentro de nuestros compatriotas, a tomar la posta y sepultar cualquier pensamiento o idea del progresismo esteril que ha preponderado hasta ahora, solo decir la verdad. Porque el progresismo (feminismo,izquierda,kirchnerismo) entiende que cambiando el discurso puede cambiar la realidad y los peronistas entendemos que cambiando la realidad cambiara el discurso. Que la justicia social es otra cosa ,no los bonos como parches y la tarjeta alimentar, que es la real igualdad entre los que más y menos tienen. Que el engendro llamado Unión Por la Patria es simplemente un escarbadientes para defendernos de aquellos que quieren volver a instalar el modelo agro-exportador que da riqueza a unos pocos. Que Sergio Massa es lo menos malo y no lo mejor, que propone un ajuste a largo y mediano plazo, que su victoria en las elecciones al otro día nos tendrá en la calle para cumplir con los deseos del pueblo y que por la causa avanzaremos con su cabeza en nuestras columnas y la de cualquier dirigente (se llame como se llame) que quiera hipotecar nuestro destino.

Hacer todo lo contrario a lo que se viene haciendo es el camino para que no gane Milei, con el pueblo como protagonista, y no con los dirigentes. Que el peronismo vuelva a enamorar y luchar por los imposibles, porque ya vimos que cambiar su esencia solo lleva a la derrota.

La mejora en las condiciones de vida de los argentinos es el norte, se concreta o se niega, pero esto definirá cual será el enemigo del peronismo revolucionario luego de los comicios.

Sergio Agustin Vangelista

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