Asà la vemos: El mundo de los adultos mayores
19 de agosto de 2023
Como se integra, quienes viven bien, quienes sobreviven. Columna de opinión desde los adultos mayores, por Alberto Gómez.
El mundo de los Adultos Mayores es un escenario de distintos segmentos; claramente diferenciados en deciles, como nos informa la Anses; que vive el final de su tiempo al vaivén de las medidas que toman otros. Por ejemplo, una de mediana edad muy mercantilizada, que vive alejada de la realidad muy embarrada, y que su status le impide ensuciarse los zapatos en dicho barrial.
Nuestra hoja de vida, nos permitió, a la inmensa mayorÃa, vivir a conciencia los últimos 50 años de la vida polÃtica. Algunos superamos, y observamos para concientizar luego, cómo se diezmaba una generación joven; equivocados o no en sus métodos; que luchaba por una sociedad más justa e independiente, buscando una justicia social tan proclamada por Todos, pero ejercida por muy pocos.
Al comenzar la democracia, que llega hasta hoy, comenzamos a vivir años (17) de incertidumbre con una economÃa desquiciada, muy parecida a la actual, con grandes posibilidades de llegar al inicio de las desgracias del 2001.
En ese perÃodo vivimos traiciones ideológicas, chantajes para salir del desempleo, engaños e ineptitudes manifiestas, hasta llegar a ese fatÃdico año. Muchos de aquellos personajes, los vemos hoy dando vueltas en la polÃtica.
Luego, se sucedieron otros años (12) de bonanza popular para el “fifty” pobre, con más derechos, correcta distribución de la riqueza y vidas reorganizadas.
A posteriori, se reactualizó un antiguo “consenso” foráneo, que nos obligó a globalizarnos para acceder al mundo. Pero, nos obligó a aportar la nuestra para pagar ese acceso, algo que algunos “repactaron” para mejorar los plazos.
Actualmente, hemos superado un 75% de nuestras vidas, con 65 como activos y el resto inmersos en el Universo Pasivo. Vivimos (como decÃamos) encerrados en deciles que marcan la “suerte” de algunos de haber tenido un buen trabajo, y legal, y aquellos que trabajaron o changuearon para negreros, negadores de sus aportes, y la chicana famosa del “es esto o te vas”.
Ya inmersos en ese mundo mayor, podemos observar que 4,4millones (MÃnima) sobreviven con los aumentos por ley y la ayuda social que otorga el Estado para esa sobrevivencia. Otros 1,4millones (2 MÃnimas) peor aún, porque sobreviven con aumentos (totales) menores a una canasta básica.
Quiere decir, casi 6millones (84%) están descartados de una vida humanizada.
Pero ese descarte analicémoslo no por las EstadÃsticas, muchas veces falaz, debemos ponernos en su lugar, y sepamos lo denigrante que es vivir de comedores populares (para alcanzar la sobrevivencia), descartar alimentación para logar llegar a mitad de mes, endeudamiento social, vivir con la “ñata contra el vidrio” en la otra vida que los rodea. Entendamos, no son vagos, son pobres. No consumen porque no pueden, no por acumular.
Donde podemos plasmar aún más el descarte, si analizamos el resto de la escala de deciles contra la anterior.
Sepamos, hay un 12% de jubilados que a Setiembre cobraran hasta 4 MÃnimas, promediando $ 360mil de ingresos, solo con los aumentos de Ley.
Luego, hay un 4% que cobrará promedio $ 500mil, iniciando el lÃmite de quienes pueden vivir con cierta holgura.
No obstante, la mayor discriminación (lejos de merecimientos) hay un 0,6% ó 40.472 jubilados que perciben en promedio $ 1.600mil pesos, partiendo de $ 600mil de promedio.
Reiteramos, no hablamos de merecimientos, solo nos gustarÃa conocer como se accedió a tal beneficio, serán convenios especiales, justicia, polÃtica, etc.
La duda es, sean lo que sean, corresponde legalmente estar inmerso en nuestro Universo, contaban con la totalidad de aportes, se debe clarificar.
Aquellos que podemos vivir con algo de holgura, los que nos podemos dar un gusto, nos ponemos en lugar del 84% pobre, y si salimos con un billete de $1.000 y nos dura lo que “un caramelo caÃdo en el patio de una escuela”, consensuemos, que casi 6millones de jubilados les alcanza para una quincena, y siempre que gocen de los derechos que da el PAMI en los medicamentos o no alquilen.
Por eso, resulta tragicómico que el Estado otorgue como beneficios poder endeudarse para vivir, o considerar el aguinaldo como una ayuda, no un derecho.
Debemos saber, cuántos de esos deudores de la Anses no fomentan el bimonetarismo, acumulando divisas para cubrirse de una injusta economÃa histórica que siempre benefició (y ansÃa plasmar en la realidad) esa dolarización, que se refleja tristemente en los precios, y de los alimentos.