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Yerba mate bajo el modelo Milei: crisis y mentiras oficiales


26 de octubre de 2024

En la primera zafra con el DNU 70 vigente, miles de productores familiares quedaron a merced de un núcleo concentrado de empresas por la desregulación del precio de la hoja verde y temen volver a la crisis de 2001. En paralelo, la Casa Rosada incumple un fallo judicial que ordena revertir la desregulación y abrió la importación. El gobierno de Misiones, aliado de Milei, no cumplió con su promesa de crear un instituto provincial que proteja al sector. Escribe Sergio Alvez, para Agencia Tierra Viva.

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Desde los primeros días de octubre en los yerbales ya no se ven tareferos: terminó la zafra gruesa. Ese tiempo de cosecha, que en Misiones comienza a principios de abril, llegó a su fin en la plenitud de un invierno caluroso y de vacas flacas para los pequeños productores. “¡A ver qué dicen ahora esos yerbateros que el año pasado hacían campaña por Javier Milei arriba de sus tractores!”, lanza Marcelino Ocampo, pequeño productor yerbatero de 73 años en el municipio de Concepción de la Sierra.  La primera cosecha bajo la gestión de La Libertad Avanza resultó negativa para alrededor de 18 mil familias que viven de la producción de yerba mate —12 mil solo en Misiones, según cifras de 2023— con precios definidos por un grupo concentrado de empresas y lejos del equilibrio que calculan para el costo de producción.  

Las palabras de este colono yerbatero del sur misionero, hacen alusión a la militancia que muchos productores  sostuvieron a favor del actual presidente de la Nación —en una provincia donde La Libertad Avanza se impuso en las elecciones presidenciales desde las PASO hasta la segunda vuelta—. La expectativa se derrumbó a los pocos días de la nueva gestión, cuando el DNU 70/2023 le arrebató al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM)  la potestad de fijar el precio mínimo de la hoja verde, principal insumo de la elaboración de yerba mate. 

“En ese momento los productores estábamos pidiendo un precio no menor a 500 pesos por kilo de hoja verde. Cuando salió el decreto, los molinos empezaron a pagar alrededor de 300. En el medio abrieron las importaciones y comenzó a llegar yerba barata de Brasil y Paraguay. Terminamos la cosecha con un precio de 290 pesos. En nueve meses, el precio de la hoja verde perdió la mitad de su valor en dólares, con una inflación tremenda. Eso votaron”, se enoja Ocampo. 

El descontento generalizado derivó en la organización de asambleas, gestiones, reclamos y viajes a Buenos Aires por parte de productores que no se resignan a repetir la debacle noventista, cuando la desregulación de la actividad y el cierre de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) terminaron con la quiebra de cientos de pequeños productores de yerba mate. 

La situación pone bajo la lupa al gobierno provincial de Misiones, encabezado por Hugo Passalacqua, que a poco de haberse sancionado el DNU 70, puso el grito en el cielo con una acción judicial que exigía la suspensión del “capítulo yerbatero” del decreto presidencial y anunció la creación de un Instituto Provincial de la Yerba Mate que hasta el momento no se concretó.

Más allá del acompañamiento institucional en las gestiones y reclamos que llevan adelante los productores misioneros, la actitud del gobierno del Frente Renovador de la Concordia —conducido por el ex gobernador Carlos Rovira y en el poder provincial desde 2003— es de acompañamiento al gobierno de Milei: la totalidad de sus legisladores votaron a favor de la Ley Bases y, semanas atrás, los diputados provinciales se abstuvieron en el voto por el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, favoreciendo al oficialismo.

El gobernador Passalacqua, que había firmado el Pacto de Mayo, este lunes se reunió en Olivos con Milei junto a los gobernadores peronistas que se alinearon con el oficialismo. Luego del encuentro con el presidente, el mandatario provincial no mencionó haber realizado ningún reclamo respecto de la situación en el sector yerbatero.

 

El impacto del DNU de Milei en las familias yerbateras

El DNU 70/2023, ejecutó  la modificación y derogación de artículos de la Ley 25.564, que estableció el funcionamiento del INYM, eliminando la regulación de los registros de identificación de la producción, elaboración, industrialización, y comercialización de la yerba mate; también la promoción de distintas formas asociativas entre productores primarios de yerba mate y cooperativas yerbateras de la zona productora. Así mismo, el INYM promovía la realización de acuerdos semestrales entre los distintos sectores para la fijación del precio de la materia prima. 

La desregulación, sumada a la desarticulación de funciones del INYM,  provocaron que el precio de materia prima alcance un valor de entre 260 y 300 pesos (venta directa a industrias o cooperativas), cifras muy lejanas a los 500 pesos que, de mínima, reclamaban los productores al finalizar la zafra de 2023. 

Un informe técnico elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y publicado el 1 de agosto de este año, advierte que “si se analiza la relación entre lo que recibe el productor y el precio de góndola, el primero sólo logra captar 5,8 por ciento del precio de venta en góndola, es decir, 3,1 puntos porcentuales menos que en junio 2023”.

Este mismo trabajo deduce que para que los productores perciban el mismo porcentaje del precio de góndola que en mayo de 2023, el valor del kilo  de hoja verde debería ser de 396 pesos (un aumento de 52 por ciento en relación al actual).  “Los productores reclaman un valor de 505 pesos por kilo, lo que equivaldría al 11 por ciento del precio de góndola (volver a abril de 2023) y a un aumento de 94 por ciento en relación al precio actual”, estima el informe. 

Estamos hablando de un sistema productivo que encuentra en Misiones al 90 por ciento de los cultivos, mientras que un 10 por ciento restante se ubica en Corrientes. Esta cuenca de producción abarca 228 establecimientos, que operan como secaderos registrados a nivel nacional, y 105 industrias molineras y fraccionadoras.

El punto es la concentración del mercado. Según el informe de CEPA, los 10 primeros establecimientos del ranking de producción industrial acumulan el 72,7 por ciento del mercado. Mientras que sólo los primeros tres Las Marías (Unión, Taragüi, Mañanita, La Merced), Santa Ana (Cbsé) y la cooperativa Liebig (Playadito) explican el 41 por ciento, a través de media docena de marcas y presentaciones de las más diversas. 

La desregulación del precio planteada en el DNU 70, dejó en manos de las industrias procesadoras de yerba mate, la decisión arbitraria e inconsulta del precio de pago al productor sin tomar en cuenta los costos de cosecha.

Esta cuestión se vio agravada por la decisión del gobierno de reducir impuestos por 120 días a las importaciones de productos de primera necesidad. De acuerdo a los datos publicados por INDEC, las importaciones de yerba mate canchada y yerba mate molida (lista para empaquetar) de Paraguay y Brasil se incrementaron un 394 por ciento en el primer semestre del año, en relación al mismo periodo de 2023.

Habilitada la posibilidad de importar yerba barata desde Brasil y Paraguay —y de menor calidad— para  las grandes industrias yerbateras, el 70 por ciento de la cantidad importada, fue ejecutada por las empresas Las Marías y La Cachuera S.A (Amanda). 

“El perjuicio a los productores es muy claro: ingresan la materia prima a un costo promedio de 1,2 dólares el kilo que, al valor oficial más el impuesto país da unos 1.333 pesos. En cambio, la yerba canchada que se compra en secaderos se paga a 1.800 pesos. Por lo tanto, en este momento los industriales reponen stock a precios bajos y le pagan menos al productor local por la canchada o la hoja verde, además de estirar los plazos de pago, generándoles un fuerte perjuicio”, detalla el análisis de CEPA. 

 

Ni justicia ni instituto provincial de la yerba mate  

En abril de 2024, la Cámara Federal de Posadas confirmó la medida cautelar de suspensión de los artículos del DNU 70/2023 que anulaban las funciones centrales del INYM. En primera instancia, la medida había sido dictada por la titular del Juzgado Civil y Comercial N°8, Adriana Fiori, el 12 de enero a instancias de un planteo presentado por el gobierno de Misiones y también por productores.

En su resolución,  la jueza Fiori priorizaba  “garantizar el efectivo derecho a la salud integral de un grupo vulnerable constituido por los pequeños productores yerbateros”, ordenando entonces la suspensión de los artículos del DNU. “En búsqueda de no modificar ni alterar la estructura, funciones y atribuciones del Instituto Nacional de la Yerba Mate”, sostenía el fallo.  

Pese a esta decisión judicial, la Casa Rosada jamás  nombró a un funcionario al frente del INYM, por lo que se mantiene la anomia en la fijación del precio mínimo. De esta manera, ese precio clave para los pequeños productores sigue estando a merced de la voluntad y conveniencia del eslabón superior de la cadena yerbatera. 

Pocas horas después de la publicación del DNU 70/23, a través de sus redes sociales, el vicepresidente primero de la Cámara de Representantes, ex gobernador de Misiones y fundador del Frente Renovador de la Concordia,  Carlos Rovira, anunció inminente creación del Instituto Misionero de la Yerba Mate (IMYM). 

“A toda la  familia yerbatera informo que sobre la base de la ley de la yerba mate, voy a impulsar la creación del Instituto Misionero de la Yerba Mate (IMYM) para defender la economía y la rentabilidad de nuestros pequeños y medianos productores yerbateros” escribió Rovira en X. 

“El producto madre de la tierra colorada no está en discusión, y los misioneros somos soberanos para cuidarlo”, completó entonces. A más de nueves meses y con la primera zafra  de la era Milei culminada, el organismo anunciado por Rovira sigue siendo una falsa promesa. 

“Los pequeños productores estamos organizados y reclamando que se cumpla la promesa de creación de un instituto provincial, capaz de recuperar el rol de la fijación del precio mínimo con participación del sector. La desregulación nos está matando.  Acá somos 10 mil productores con menos de 10 hectáreas, somos mayoría. Producimos el 85 por ciento de la yerba del país, no puede ser que no tengamos fuerza para hacer valer nuestro trabajo y el de nuestras familias”, reclamó en diálogo con Tierra Viva el ex diputado nacional y fundador de la  Asociación Misionera de Yerba Mate (AMPYM) Héctor Cacho Bárbaro. 

Sturzenegger festeja, mientras se organiza la bronca

El dirigente agrario aprovechó para referirse a las declaraciones del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien celebró la desregulación del mercado yerbatero, aduciendo que “se posibilitó un mercado con libre competencia y se pudo observar una reducción en los precios tanto para la industria como para el consumidor final”.  Bárbaro le replicó: “Hay que ser realmente miserable y perverso para festejar la angustia, la desgracia  y la destrucción de los pequeños productores yerbateros”. 

En término reales, pese a las festejos de Sturzenegger, el consumo interno de yerba mate se desplomó, producto de la caída del poder adquisitivo. En el primer semestre del año, el consumo de yerba mate cayó 15 puntos, según datos del INYM. En junio, el volumen de yerba mate elaborada a salida de molino alcanzó 19,9 toneladas, 15 por ciento menos que junio 2023. Se trata del valor más bajo de los últimos 6 años.

En las últimas semanas, en consonancia con el fin de la zafra gruesa y ante un futuro plagado de incertidumbres, los pequeños productores yerbateros sostuvieron masivas asambleas en diferentes localidades de la provincia. “Se viene la noche, estamos complicados en el sector. Le sacaron las facultades al INYM y tenemos un gobierno provincial ausente en la pelea. Necesitamos recuperar las facultades de fijar un precio o volvemos al  2001. Si ahora estamos en crisis con la zafra recién terminada, imagínense lo que viene para la próxima zafra”, advirtió el productor Ángel Oseñuk, de la asamblea yerbatera de San Vicente. 

“Queremos tener una mirada estratégica del sector, analizando qué impulsamos hacia adelante y no quedarnos únicamente en la coyuntura actual que nos desvía del camino. La idea es buscar el sentido profundo y ver cómo podemos encontrar puntos de coincidencia entre productores y organizaciones para defender al sector del ataque que está teniendo en este momento”, propuso el secretario general del Movimiento Agrario de Misiones (MAM), Salvador Torres. 

En tanto, el ministro del Agro y la Producción de la Provincia, Facundo Sartori, quien viene participando de algunas de estas asambleas, reconoció que, al no tener valores de referencia, "el productor tiene que negociar directamente con el secadero, y el secadero con el molino; esto complica muchísimo la cadena productiva". "Todos los días nos estamos reuniendo con productores. Vamos a lanzar un informe desde el Ministerio del Agro con un precio de referencia de 400 pesos, es hora de dejar de esperar;  hemos esperado toda una temporada y la situación es muy crítica", confesó sobre la inacción oficial.  

 

Veinte mil tareferos a la deriva

El fin de la cosecha gruesa representa el inicio de una temporada por demás compleja para los más de veinte mil tareferos, que cada año cosechan yerba mate en las chacras de Misiones y Corrientes. Durante periodo, que se extiende desde octubre a marzo, la única ayuda que reciben los trabajadores registrados (la mayoría trabaja en negro) depende del llamado subsidio interzafra. Tras la última cosecha, en 2023, la ayuda del gobierno nacional había sido de 54 mil pesos mensuales y solo la recibieron 7.437 trabajadores, del total que se estima son parte de este sector precarizado.  

“Es el peor momento porque el año no fue bueno y a nosotros la crisis económica nos castiga de lleno. No sabemos si habrá changas y aún no confirmaron el monto de la interzafra, para quienes cobran esa ayuda. Va a ser un fin de año muy duro”, describió a Tierra Viva la tarefera Andrea Benítez de la localidad de Oberá.  

 

 


Nota originalmente publicada en Agencia Tierra Viva 

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