infoNativa

Las dramáticas consecuencias de la motosierra en el salario


02 de marzo de 2024

“La política salarial y de jubilaciones del nuevo gobierno comienza a asomar en el marco de un agresivo programa económico de ajuste y desregulación” señalan desde el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP). “Se generó una inédita pérdida del poder adquisitivo del salario producto de la segunda devaluación mas brusca de la historia” destacan desde el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE).

InfoNativa

No hizo falta ley ómnibus ni DNU que entrara en vigencia. No hicieron falta complejos movimientos burocráticos que caracterizan las decisiones indispensables que, por ejemplo, aseguran el alimento en comedores comunitarios. Bastó un anuncio, una resolución simple de un organismo público y la hegemonía del poder económico consolidada por décadas en la Argentina, gobierne quien gobierne, hizo el resto.

Lo anunció Caputo y lo materializaron los grupos económicos que lo emplean junto al resto del gobierno. La devaluación asimétrica, brutal y cruenta de la moneda nacional sepultó salarios, jubilaciones e ingresos populares. Las consecuencias empiezan a impactar en todo orden de indicador económico.

“La política salarial y de jubilaciones del nuevo gobierno comienza a asomar en el marco de un agresivo programa económico de ajuste y desregulación. La devaluación de más del 100% que prácticamente no fue compensada en materia de ingresos (salvo por módicas sumas para la AUH y Tarjeta Alimentar, población que irónicamente ahora están siendo castigados vía la retención de alimentos para los comedores) junto a la caída de los acuerdos de precios de la canasta y la desregulación habilitada por un DNU inconstitucional que permitió la eliminación de normas que tenían como objetivo el control de la evolución de los precios” sostienen desde el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) que conduce Claudio Lozano.

Para Lozano, “luego del ‘caputazo’ que devaluó fuertemente el peso junto con la política de ajuste fiscal y desregulación, las principales referencias salariales que son responsabilidad directa del Poder Ejecutivo Nacional se vieron fuertemente deterioradas."

El salario mínimo llega al mes previo a la actualización con una caída real del 29,4% respecto a noviembre del año pasado. El primer tramo de aumento decretado para febrero ni siquiera atenúa ese deterioro y encuentra un nuevo escalón en el descenso del nivel real del 30,1%. En términos de poder adquisitivo, el impacto real de bolsillo, la pérdida acumulada en los primeros meses del nuevo gobierno es del 40,2%, magnitud de atraso que se sostiene (en -40,6%) a pesar de efectivizarse durante los primeros días de marzo el aumento estipulado para febrero. Se pone de manifiesto que las sumas estipuladas para la actualización de la referencia mínima del salario en la Argentina, son aquellas que le permite al Gobierno sostener el efecto regresivo salarial con el cual comenzó su gestión.

El acuerdo general del salario de los/as trabajadores/as del Estado Nacional, sin adentrarnos en las negociaciones sectoriales, acordó hasta el momento aumentos para enero y recientemente para el mes de febrero. La lectura de los valores reales indica que el mes previo a la última actualización, el salario estatal estaba por debajo del valor de noviembre en un 16,5% profundizando aún más la caída luego del nuevo arreglo que ubicó el salario real un 20,7% por debajo del valor existe al comienzo del gobierno de LLA. En términos del impacto en el bolsillo el deterioro es aún más relevante. Considerando que el aumento recientemente pautado del 12% en febrero, se hará efectivo los primeros días de marzo y con ello deberán enfrentar una inflación que, para ese mes, se proyecta en el 16,2%, el resultado sería que el 31/3, los estatales profundicen el deterioro de finales de febrero hasta llegar a perder un cuarto de sus ingresos.

Los haberes jubilatorios llegan al mes de febrero con un deterioro de entre el 27,6% y 32,3% (con y sin bono)*, que será levemente mejorado a partir de marzo con la actualización. Sin revertir la situación, el aumento aliviana aunque continúa evidenciando un proceso de aceleración del ajuste para los/as jubilados/as. Al mes de marzo las jubilaciones serán todavía inferiores entre un 21% y 26% a las existentes al momento de comenzar la actual administración de gobierno. Sin embargo, lo recientemente anunciado será la liquidación de marzo que se cobrará en abril con lo cual en realidad los adultos mayores deberán enfrentar la in?ación de marzo todavía con el haber anterior. Por esta razón, los titulares de las jubilaciones llegarán a fin de este mes con un retraso de entre el 27,7% (con bono) y el 32,3% (sin bono) que se verá apaciguado recién en abril. En marzo, aún con los haberes anteriores pero soportando la evolución de precios que se estima en un 16,2% (proyección moderada), el deterioro se agrava y llega a ser de entre 37,8% (con bono) y el 41,7% (sin bono, o sea el nivel general de haberes).

En forma coincidente con dicho informe, el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) que conduce Sergio Arelovich, destacó la licuación de salarial de Milei en números. En diciembre 2023, la pérdida salarial promedio fue del 13,7%, acercándose al mínimo histórico alcanzado en abril de 2003. Semejante desplome del poder adquisitivo del salario en tan solo un mes no encuentra precedentes en este siglo. Ni siquiera en el salto devaluatorio del 2002, a partir del cual el ingreso de los asalariados acumuló una caída del 29% en catorce meses.

A su vez, el salario medio de diciembre del año pasado quedó 21% por debajo de la línea de pobreza. Sin ir más lejos, el índice salarial acumulado del 2023 que publica el Indec se ubicó en el 165,8% en el sector privado registrado, en el 148,6% en el sector público y en el 115,3% en el sector privado no registrado, contra una inflación del 211,4% en el mismo período.

Como vemos, los peores sueldos corresponden al sector no registrado que, según el propio Indec, tiene preeminencia en ramas como la agricultura, la construcción, la gastronomía y los servicios de salud, las cuales ostentan porcentajes de informalidad laboral del 64,12%, 55,1%, 50,89% y 50%, respectivamente.

Por su parte, las jubilaciones también se vieron pulverizadas por el rodrigazo de Caputo. Según un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), el valor real de la jubilación mínima en diciembre 2023 ($105.713.), calculada a precios de dicho mes, fue inferior al promedio de todo el 2023 ($127.858). Como los haberes recién recibirán un aumento en el mes de marzo, se proyecta que, en febrero, el valor real de la jubilación mínima habrá perforado su piso histórico.

Tamaño retroceso en el poder de compra de los trabajadores activos y jubilados se tradujo en una caída del consumo. Según la consultora Scentia, el volumen de ventas en las grandes cadenas de supermercados cayó 12% interanual en enero. A su vez, la Cámara de la industria y comercio de carnes y derivados de la República Argentina (Ciccra) registró que en diciembre disminuyó 12,8% el número de cabezas faenadas por la industria frigorífica vacuna.

“En definitiva, la aspiradora de Milei extrae como contribución al ajuste unos $86 mil pesos por mes de la referencia salarial mínima que se podrían convertir en $133 mil en el próximo trimestre si no vuelve a actualizar el nivel. Al efecto regresivo que estas decisiones implican para el conjunto de trabajadores formales cuyos salarios básicos toman como referencia el valor mínimo se suma el impacto indirecto que también tiene sobre otros grupos de la fuerza de trabajo menos protegidos como el segmento informal. Asimismo, quienes cobran el Salario Social Complementario se verían directamente influidos por las decisiones pactadas en el Consejo del Salario aunque la situación particular (y todavía no resuelta) es que a partir de diciembre el ministro Caputo dispuso directamente congelar los valores del Potenciar Trabajo incumpliendo con la norma que lo establece en el 50% del salario mínimo2 . El seguro de desempleo, si bien el cálculo del monto formalmente se determina por el 75% de la mejor remuneración neta mensual, normal y habitual de los últimos seis (6) meses trabajados, el valor máximo pagado por ANSES corresponde al monto del SMVM. Otros conjuntos de personas con prestaciones sociales (como AUH, Progresar, etc) también esperan esa referencia porque delimita la población objetivo de los programas y los deja afuera si sus integrantes superan dicho umbral de ingresos. Incluso, es una referencia para la definición del haber mínimo garantizado de los jubilados y jubiladas” destacan desde el IPyPP.

Y agregan que “Está claro que la tendencia a la caída sistemática del salario mínimo no puede interpretarse por fuera de la aspiración oficial de alcanzar un libre mercado autorregulado y ausente de precios mínimos y máximos. Pero la voluntad del Gobierno Nacional encuentra límites frente un sistema de seguridad laboral legal que busca garantizar un piso salarial con lo cual la no intervención no es una opción. Sin embargo, los valores establecidos por decreto dejan en claro que el modo que encontraron para franquearlo consiste en pulverizar al máximo posible ese piso dejándolo en absoluta inutilidad.”

Salvajismo político y radicalidad ideológica en la planificación descarnada que están ejecutando los grupos económicos a través del gobierno de Javier Milei. Un horizonte de profunda y dolorsa tragedia social que golpea en las entrañas de un pueblo al que no le sobra nada para aguantar.

InfoNativa

Compartir esta nota en