En el barrio de Parque Chacabuco en una esquina bien barrial, de casa bajas y silencio de poesía de principios de Siglo XX, íntima y cálida, existe un espacio refugio para el tango, fundado por los músicos excepcionales Nicolás Di Lorenzo y Julio Coviello. La tierra Invisible es un espacio que apuesta a la cultura popular y más representativa de la afectividad porteña: el tango.

Resignificando el sufrimiento del tango canción y dándole espacio a las nuevas tandas del tango del Siglo XXI, sus propuestas han ido variando y desafiando la inflación y el clima de inestabilidad político.

La Tierra Invisible se sostiene como un territorio de trinchera de la música en vivo y su milonga clásica de los viernes, que contempla une docente de tango por mes, donde va variando la propuesta pedagógica para tener diversas perspectivas tanto de género en el baile como de nuevas estéticas y prácticas, son características de su agenda semanal.

Es admirable y se agradece la pasión y el compromiso con el que gestionan este espacio donde priorizan a les artistas y hacen el esfuerzo para que la calidad de las propuestas sean diversas y convocante.

Como hemos mencionado, los viernes se produce el abrazo de tango junto a la milonga que, semana a semana, recibe a toda una familia de bailarines que escogen este espacio para bailar hasta las 2am y deleitarse con una copa de vino y una oferta gastronómica bien argentina y federal: chipá soó, sopa paraguaya y empanadas.

Todas las escenas musicales que se desarrollan semanalmente tienen un sello que identifica a la gran vidriera: el Dúo Tango Cañón tocando alguno de sus temas con tanta potencia, melancolía y nuevos aires innovadores de época.

Acérquense a curiosear el lugar y las últimas fechas de este año en Del Barco Centenera 1099, Parque Chacabuco.

Redes: @la.tierra.invisible