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Campeón del mundo, perseguido y proscripto


17 de mayo de 2025

Ricardo González cumplió 100 años, fue el capitán de la selección nacional de básquetbol que conquistó en 1950 el único trofeo que tiene nuestro país. La final de esa copa se realizó en el Luna Park contra EEUU.

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En el básquet y en el deporte argentino en general se habla mucho y se destaca a la generación dorada, que marcó un hito muy importante al conseguir el segundo lugar en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004. Pero antes de este gran equipo, hubo otro que logró algo tan destacado y fue el seleccionado argentino que ganó el Mundial de 1950, jugado en el Luna Park.

Lo cierto es que la Selección dio el batacazo en casa. El 3 de noviembre, a las 11 de la noche y con 25.000 personas que llenaron el Luna Park se daría la histórica consagración, con la presencia de Juan domingo Perón y Evita. El rival fue nada más ni nada menos que Estados Unidos y Oscar Furlong, que luego sería elegido el mejor jugador del Mundial, con 20 puntos.

Argentina terminó la primera mitad arriba por 34-24, diferencia que luego sería achicada a 3 puntos cuando EE.UU. descontó 40-37. Sobre el final, la selección rival se vió perjudicada por las faltas, sufrió expulsiones y terminó con solamente 4 jugadores en cancha. De esa forma, la albiceleste pudo cerrar el duelo 64-50.

La plantilla argentina fue conformada por: Pedro Bustos; Hugo del Vecchio; Leopoldo Contarbio; Raúl Pérez; Vito Liva; Oscar Furlong, Roberto Viau; Rubén Menini; Ricardo Primitivo González; Juan Carlos Uder; Omar Monza; Alberto López; Raúl Pérez Varela; Alberto Lozano; Ignacio Poletti; José Ventura; Jorge Nuré y como seleccionador Jorge Hugo Canavesi.

El encuentro finalizó tarde por la noche, cuando los puestos de diarios ya estaban abriendo. De esa forma, los fanáticos decidieron brindarle un homenaje a los campeones que quedaría registrado en la historia como “la noche de las antorchas”. Los periódicos que habían comprado fueron prendidos fuego y alzados en una caminata por la calle Corrientes, generando un marco espectacular para celebrar una conquista que aún no se volvió a repetir.

Ese combinado argentino estuvo liderado por Ricardo Primitivo González. El primer gran capitán del equipo argentino, quien esta semana cumplió 100 años. Una leyenda viviente, que el año pasado, en una emotiva celebración, regresó al emblemático escenario donde hace 74 años vivió uno de los momentos más gloriosos de su vida.

El ex basquetbolista encabezó un equipo que marcó un antes y un después en la historia del deporte argentino. Con su característico espíritu competitivo y su calidad humana se convirtió en un referente no solo dentro de la cancha, sino también fuera de ella. Su legado trasciende las décadas, siendo recordado como un jugador talentoso y solidario, cuyas metas siempre estuvieron alineadas con las del equipo.  

Jugó en la selección argentina de básquetbol desde 1947 hasta el derrocamiento de Perón en 1955. Con poco protagonismo en los medios los años posteriores al mundial se lo oculto por haber sido una de las figuras nacionales en esos tiempos.

Hace algunos meses, con motivo de la celebración de las dos décadas de la obtención de la medalla dorada en los Juegos Olímpicos desarrollados en Atenas, la Generación Dorada le rindió un cálido y merecido homenaje a uno de sus antecesores, quien estuvo presente en el Parque Roca y recibió un gran reconocimiento.

El regreso al Luna Park, donde se gestó la histórica consagración en el primer Mundial de este deporte, fue un momento cargado de emoción y nostalgia, y así hablaba en su regreso al escenario donde se consagró como un ícono: "Cuando me dijeron que iba a venir me agarró una emoción muy grande. Para nosotros, los jugadores de mi época, jugar acá era una maravilla. Imaginate salir campeón mundial".

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