Caída salarial en ciencia y universidades: Los bolsillos no la ven
26 de octubre de 2024
Conocido el número del Indice de Precios al Consumidor calculado por el INDEC para el mes de septiembre, se confirma que los salarios de los trabajadoras y trabajadores del sistema científico y de las universidades nacionales continúan perdiendo su poder de compra. Un informe recientemente publicado señala que la caída de los ingresos de docentes en 2024 equivale a que dejen de cobrar sus sueldos en los últimos tres meses de año
No hay segundo semestre, no hay brotes verdes, no hay rebote en V. Más allá de los insultos, las agresiones, las mentiras y las campañas de difamación por medios amigos y redes sociales, lo cierto es que a diez meses de la asunción del gobierno libertario los ingresos de todos los integrantes del sistema nacional de ciencia y tecnología y de las universidades nacionales siguen profundizando su caída mes a mes.
El último dato conocido corresponde a septiembre cuando el INDEC dio a conocer una variación del 3,5% en el Índice de Precios al Consumidor para ese mes. Este número implica un nuevo descenso de los salarios de CyT del orden del 1,4% real en ese período, lo que incluye a los trabajadores del CONICET, los estipendios que otorga el organismo para los becarios, los sueldos de los empleados del Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP) y de los docentes investigadores en universidades nacionales.
La información surge de un trabajo recientemente publicado por el grupo EPC, que elabora informes periódicos acerca de la situación del sistema científico nacional, en el marco del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI).
El texto comienza por precisar cuáles son las cifras de aumento de precios con las cuales trabajará para calcular el deterioro de los salarios. Así, señala que el IPC en los últimos doce meses presenta un aumento del 209%; en lo que va del 2024 (enero/septiembre) suma 101,6% y llega al 152,9% si el cálculo se hace desde la asunción del gobierno libertario en diciembre pasado. Además, realiza una proyección de la inflación acumulada a diciembre que treparía al 121,8%.
Frente a ese escenario de disparada de precios, los autores del trabajo calculan que los salarios de investigadores, investigadoras y personal de apoyo del CONICET, que agrupan al 22,35% de los trabajadores del sector, continuaron descendiendo en septiembre un 1,42% real al comparar un aumento nominal del 2% contra una inflación del 3,5%. Por otro lado, en los 10 meses que lleva esta gestión, estos sueldos se desplomaron un 28,2% real y se ubican 27,3 puntos reales por debajo de los valores de diciembre de 2015.
Por la misma senda van los estipendios del CONICET (la retribución que reciben los becarios de ese organismo) que reciben el 14,04% del personal del sistema científico, que cayeron un 1,4% real también en septiembre. En total, desde noviembre de 2023 pierden un 28,2% real y un 17,4% real en lo que va del año. En relación a diciembre de 2015 el descenso de las becas es de 23,9 puntos.
Asimismo, los salarios del SINEP, donde se encuentra encuadrado el 25,8% de los integrantes del sistema científico, se hundieron también un 1.4% real en septiembre y acumulan un caída de 18,2% real desde noviembre del año pasado. De esta manera, el salario real de los estatales alcanza un mínimo histórico, con un deterioro del 50,4% respecto de diciembre de 2015. Esto implica que en nueve años, los empleados estatales perdieron la mitad de su poder adquisitivo.
En relación con el conjunto de los salarios del sistema científico, el informe pone de manifiesto una proyección que no es para nada optimista: “Considerando la probable evolución de la inflación y la política de ingresos para el sector, todo indica que la serie continuará empeorando en términos reales”.
Universidad de los trabajadores
Luego, la publicación se aboca a analizar la evolución de los salarios del personal con dedicación a la investigación en universidades nacionales, tomando como cargo testigo el de profesor adjunto con dedicación exclusiva con 10 años de antigüedad, que representa un 30,43% del personal del sector CyT. Estos sueldos también perdieron el 1,4% real en septiembre, mientras que bajaron un 25,1% real respecto de noviembre de 2023 y 32,8 puntos reales en relación con diciembre de 2015.
El informe agrega que este porcentaje de caída representa el deterioro anual más violento que sufrieron los salarios de docentes e investigadores en universidades nacionales en términos de promedios anuales. De esta manera, estos sueldos se ubicaron en un mínimo en la serie que abarca los últimos diez años.
Con la asunción de Milei, los salarios se desplomaron brutalmente en los dos primeros meses de gestión y luego se mantuvieron en el nivel deprimido en que se encuentran actualmente. Para dar cuenta de lo que significa este cruel recorte de los ingresos, los autores del trabajo señalan lo siguiente: “Para dimensionar esta caída de los salarios reales, habría que precisar que equivale a dejar de pagar los sueldos en los últimos tres meses. En términos anualizados supone percibir ingresos hasta el día 30 de septiembre”.
Enseguida, la publicación afirma que el descenso de la salarios en las universidades es el correlato de un ajuste del 30,8% real en la inversión en pública en la educación superior, que seguirá adelante, según el proyecto de presupuesto 2025, con una caída del 5,3% el año próximo. De esta manera, el 84,4% de los fondos presupuestarios destinados a las universidades nacionales se aplican a sueldos que caerán un 37,7% real en dos años, de cumplirse lo planificado por el Poder Ejecutivo.
Otro dato que subraya el trabajo y que resulta impactante porque pone de manifiesto la magnitud del ajuste, es que la inversión pública anual por estudiante en las universidades nacionales habrá caído un 54% medido en dólares, entre 2015 y 2024.
Por último, el texto llama la atención sobre un problema que puede explotar antes de fin de año. Del análisis de la ejecución presupuestaria en el sistema de CyT surge que varios de sus organismos presentan importantes desfasajes en el inciso salarial entre la ejecución que teoricamente deberían tener a esta altura del año, que sería del 69,6%, y la que realmente han ejecutado. Este es el caso, entre otros, del Instituto Antártico (88,8%), el INTI (84,6%), CONAE (83,4%), la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (79,9%) y el INA (78,9%). Esta situación hace prever que, probablemente, estas dependencias no cuenten con los recursos necesarios para afrontar el pago de los sueldos de su personal hacia fin de año y van a requerir ampliaciones presupuestarias “aun teniendo en cuenta el deprimido nivel real en el que se encuentran los salarios”.