Argentina y el litio, el tesoro entre las garras
19 de julio de 2025
"El litio no es desarrollo si se va sin procesar, sin impuestos y sin soberanÃa. Es saqueo con firma con bandera extranjera y con gobiernos que aplauden mientras se esfuma el futuro" destaca el ingeniero chileno Mauricio Herrera Kahn, en una radiografìa indispensable de la extranjerización y primarización de la extracción de litio en nuestra Patria, publicada originalmente en la agencia humanista Pressenza.
Argentina no exporta autos eléctricos ni baterías, ni tecnología de punta. Pero tiene algo que el mundo necesita desesperadamente y es litio, mucho litio. Y a diferencia de Bolivia aquí la carrera ya comenzó pero en medio de un modelo fragmentado desigual y con demasiadas manos extranjeras apretando el acelerador.
El triángulo y la ventaja geológica
El país forma parte del llamado triángulo del litio junto a Bolivia y Chile, pero a diferencia de sus vecinos Argentina tiene más de 38 proyectos en distintas etapas de exploración o explotación y una política minera abierta a la inversión extranjera desde los años 90. Eso ha facilitado el ingreso masivo de capitales pero ha dejado poco control estatal.
Argentina posee cerca de 9,6 millones de toneladas de reservas de litio LCE lo que representa aproximadamente el 21?% de las reservas mundiales conocidas ubicándose como el tercer país con mayores reservas del planeta después de Bolivia y Chile. Los principales yacimientos están en las provincias del noroeste, Catamarca (Salar del Hombre Muerto), Jujuy (Salar de Olaroz y Cauchari) y Salta (Salar de Rincón Sal de Vida Tres Quebradas y Pozuelos–Pastos Grandes). Estos yacimientos concentran más del 90?% de la producción actual. Proyecto Fénix en Catamarca (40?%) Proyecto Olaroz en Jujuy (35?%) y Proyecto Cauchari-Olaroz también en Jujuy (15?%). El restante 10?% corresponde a proyectos emergentes en Salta como Sal de Vida Tres Quebradas y Pozuelos–Pastos Grandes que comenzarán a operar plenamente entre 2025 y 2027.
A pesar de este enorme potencial la facturación anual por litio en 2023 alcanzó cerca de USD 1.100 millones de los cuales menos del 15?% queda efectivamente en Argentina entre regalías impuestos y participación local. El resto se va en exportaciones directas utilidades transferidas y contratos a precio de transferencia. Un país con el 21?% del litio mundial que apenas se queda con las migas.
¿De quién es el litio?
El litio es del Estado argentino por mandato constitucional pero las provincias son las que tienen dominio originario sobre los recursos naturales. Esto significa que Catamarca Salta y Jujuy negocian directamente con las empresas sin una estrategia nacional coordinada. No hay empresa estatal de litio, no hay exigencia de contenido local, no hay control sobre exportaciones. Hay minería sí, pero no hay soberanía.
Las manos extranjeras
Más del 85?% de la producción y los proyectos están en manos de capitales extranjeros. Estados Unidos, China, Australia, Canadá, Corea y Japón tienen intereses directos en el litio argentino. Empresas como Ganfeng, Livent, Allkem Lithium, Argentina POSCO, Rio Tinto y Pluspetrol operan sin mayores restricciones. China ha avanzado con fuerza financiando infraestructura y asociándose con empresas provinciales, pero EE.UU. también está presente y en 2023 el Departamento de Estado declaró el litio argentino como parte de su cadena crítica de suministros lo que implica presión diplomática lobby y acuerdos estratégicos. En pocas palabras el litio argentino es estratégico para todos menos para Argentina.
El modelo extractivo
Los contratos actuales pagan regalías provinciales del 3?% sobre el valor de boca de mina lo que equivale a una cifra irrisoria frente al valor real del litio en el mercado global. En algunos casos, con deducciones, las provincias terminan recibiendo incluso menos.
Por ejemplo en 2023
1. Livent (EE.UU.) facturó aproximadamente USD 290 millones por el proyecto Fénix con una capacidad de 17.500 toneladas LCE al año
2. Allkem (Australia) obtuvo unos USD 310 millones en Olaroz con 18.000 toneladas LCE al año
3. Ganfeng (China) en Cauchari-Olaroz capturó cerca de USD 220 millones con 10.000 toneladas LCE al año
4. POSCO, Lithium Argentina y Rio Tinto en conjunto recaudaron entre USD 200 y 300 millones anuales cada una según precios promedio de USD 10.000 por tonelada
Estas cifras representan más del 80?% del total facturado en el país por el litio pero menos del 5?% de ese total queda para el Estado. El resultado fue que multinacionales facturan cientos de millones de dólares mientras las comunidades cercanas no tienen agua potable ni energía eléctrica. La salmuera se va, la riqueza se va y el litio una vez más se convierte en mercancía de exportación sin valor agregado ni control estratégico.
¿Qué se está haciendo?
En 2022 bajo el gobierno de Alberto Fernández se anunció la creación de YPF Litio una filial estatal que busca participar en proyectos estratégicos con capital público pero su avance ha sido lento limitado y sin prioridad política real. Mientras tanto el actual gobierno de Javier Milei ha profundizado la lógica de apertura total, menos regulación, más libertad de mercado y una política energética alineada con los intereses de Estados Unidos. El resultado es previsible: más litio exportado menos litio industrializado.
En Jujuy, Gerardo Morales vendió el litio como desarrollo. Se fotografió con ejecutivos chinos y australianos, habló de autos eléctricos pero dejó comunidades indígenas sin agua. Los salares bajaron, el suelo se secó y los pueblos originarios que reclamaron fueron reprimidos, porque en Argentina protestar por el litio también es un delito.
El gobierno nacional anuncia planes de industrialización, habla de baterías y valor agregado pero los contratos ya están firmados. Las plantas de refinación se instalan en el exterior, las patentes también. Argentina exporta litio e importa baterías, exporta salmuera e importa deuda.
Y ahora con Javier Milei en el poder el panorama es aún peor porque para Milei el litio es del mercado y el mercado no tiene patria. Su plan es desregular más, abrir todo, entregar más rápido.
Mientras Bolivia discute soberanía tecnológica y Chile busca acuerdos con Codelco, Argentina profundiza el modelo colonial con más incentivos a las multinacionales.
La llamada nacionalización del litio no existe ni siquiera como proyecto serio. Lo que hay es extractivismo sin control, exportación sin procesamiento y saqueo legalizado con bandera liberal.
¿Qué podría hacerse?
1. Crear una Empresa Nacional del Litio con participación provincial académica y estatal.
2. Imponer regalías progresivas y retenciones especiales en épocas de precios altos.
3. Establecer cuotas mínimas de industrialización local.
4. Blindar constitucionalmente el litio como recurso estratégico.
5. Impulsar un plan federal de valor agregado con plantas de cátodos baterías y vehículos eléctricos en territorio nacional.
Argentina tiene litio, tiene universidades, tiene ingenieros, tiene historia industrial, le falta decisión.
Una segunda oportunidad
El litio puede ser para Argentina lo que el petróleo fue para México o el cobre para Chile, pero no basta con tenerlo. Hay que gobernarlo, cuidarlo, protegerlo de los que vienen con banderas de inversión y mapas de saqueo bajo el brazo.
El litio no es solo un mineral, es una posibilidad. De empleo, de industria, de futuro. Y esa posibilidad no se exporta en sacos, se construye con soberanía.