Precarización, informalidad y desocupación: Los números del mercado de trabajo

19 de abril de 2025
Yasmin Alarcam

Yasmin Alarcam es estudiante de comunicación social en la UNCOMA, integrante del equipo de InfoNativa

Los números publicados por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) del mes de enero de 2025, las estadísticas preocupantes del INDEC acerca de la ilegalidad en las relaciones de trabajo de nuestro país y su crecimiento exponencial, marcan urgencias sociales preocupantes en la dinámica de producción económica de un Argentina en el abismo de sus injusticias.

El Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) publicó los datos oficiales del mercado laboral a enero del 2025, en su mayoría alarmantes. El principal reflejo de la recesión es que desde noviembre de 2023 se hayan perdido 194.479 puestos de trabajo registrados.  

“Muy feos los datos de ocupación registrada de enero… En enero se perdieron casi 9 mil puestos de trabajo en el sector privado registrado… En un mes se borró la suba de los anteriores tres. El sector público tuvo un leve incremento y casas particulares sigue en caída libre” señala en la red social X el Coordinador del Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma), Luis Campos. 

“A nivel sectorial en enero tuvieron retrocesos importantes hoteles y restaurantes, las actividades primarias y los servicios comunitarios. Por el contrario, la construcción creció fuerte por segundo mes consecutivo y todavía tiene mucho para rebotar. El empleo en la industria manufacturera sigue sin arrancar. Hizo piso en julio y desde entonces está estancado, aunque con una dinámica intra sectorial para estar atentos. Crece en la alimentación y sigue cayendo en casi todas las otras ramas” describe en un repaso por los sectores.

Y agrega que “El sector público tuvo una leve recuperación en enero, pero todavía sigue en los mínimos de los últimos dos años. Por el lado de casas particulares, el derrumbe no se detiene. En enero volvió a caer y la cantidad de asalariadas registradas en el sector es la más baja desde mediados de 2015. La precarización de la precarización.”

Al indicador del SIPA, también, hay que sumarle los datos que arrojara el INDEC en su primera publicación al respecto de la EPH correspondiente al cuarto trimestre del año 2024 y que mide la calidad del trabajo que existe en nuestro país.

El 42% de las personas que trabajan, ya sea bajo relación de dependencia o por cuenta propia, está en la informalidad. O bien, como describe el propio INDEC,  “desarrolla sus actividades al margen de las normas que las regulan”.

Si se observa el universo solo de los cuentapropistas, el índice trepa al 62,4%, mientras que entre los asalariados la tasa de los que no tienen aportes es de 36,1%.

Solo en los 31 centros urbanos incluidos en el relevamiento, eso implica que las personas con ocupaciones informales son 5,7 millones. Si se extrapola el dato a la población total de la Argentina, la estimación hecha indica que los trabajadores sin registro son algo más de 9 millones. La tasa promedio de informalidad del cuarto trimestre del año pasado fue más elevada que la de los últimos meses de 2023.

“El problema es más grave en la población joven: entre los ocupados que tienen hasta 29 años, el 58,7% está en la informalidad, en tanto que el índice es de 36,5% entre quienes tienen de 30 a 64 años, y de 49,5% entre los ocupados de 65 años y más. Además, la estadística muestra que entre las mujeres la tasa de ocupación informal es más alta que entre los varones. En el primer caso, el índice es de 43,4% y en el segundo, de 40,9%, frente al ya mencionado promedio de 42%” señala en su relevamiento del informe Silvia Stang.

Los tres rubros que registran niveles escandalosos de ilegalidad en la contratación de su personal resultan ser Casas Particulares con un 77% de ilegalidad en la registración, la construcción con un 76,6% y Hoteles y restaurantes con un 63,2%. Los sigue de cerca el Comercio con un 51.9%.

“Un tercio de los informales tiene el ciclo secundario completo, y cuatro de cada diez solo el nivel primario (completo o incompleto) o el secundario incompleto, en tanto que uno de cada cuatro cursó estudios de nivel terciario o universitario. Entre los ocupados con aportes a la seguridad social, más de 54% se ubica en este último grupo, en tanto que un 29% completó el ciclo secundario, y un 16,4% tiene secundario incompleto o un nivel educativo inferior” releva Stang

 

El engaño de los salarios

“El salario real privado registrado está en el máximo nivel desde ago-18” dijo Toto Caputo en el tono celebratorio que se extiende tras el endeudamiento escandoloso con el Fondo Monetario Internacional.

“Chequeado se debatiría entre ponerle “Verdadero, pero” o “Engañoso”. La principal razón de la suba de salarios en el sector privado en los últimos meses parece haber sido el aumento de las horas trabajadas. Más ingreso por más trabajo” señala Luis Campos.

Lo que Caputo esconde es que el SIPA menciona que se excluyeron para el balance todos los adicionales mensuales y las horas extras. Y cuando se verifica el indicador, según los datos del INDEC, se advierte que crecieron muy fuerte las horas trabajadas por cada asalariado. Es decir, el salario se corresponde a mas horas trabajadas por cada uno de los laburantes registrados.

“Llamar aumento salarial a que te paguen más por trabajar más es cuanto menos engañoso. Para limpiar este efecto podemos usar la serie de salarios del sector privado registrado que publica el INDEC. Tiene otros problemas, pero por suerte excluye las horas extraordinarias. Según el INDEC el salario del sector privado registrado dejó de crecer en diciembre y aumentó un 2,2% entre octubre y enero. Por el contrario, para el SIPA siguió creciendo y el aumento entre octubre y enero fue del 7,1%. La brecha la ven en el final del gráfico” advierte Campos.

Y analiza “¿Por qué aumentan las horas trabajadas? Posiblemente la actividad esté ajustando de manera heterogénea. Una hipótesis: las empresas en crisis despiden, las que recuperan su nivel de actividad prefieren extender el horario antes de contratar nuevos trabajadores. Si esta es la explicación de la suba de los salarios relevados por el SIPA (no reflejados en la serie del INDEC), ello es compatible con otro dato: el salario promedio de los básicos de convenio viene estancado desde hace meses. Y si ello es así, para adelante tenemos un problema. Si todo sale bien, en algún momento las empresas reemplazarán las horas extras por nuevos trabajadores. Si sale mal, dejarán de hacer horas extras. En ambos casos el impacto en la serie del SIPA será negativo.”

Y cierra sosteniendo que “la evolución de los salarios de convenio es clave. Si nuestro ingreso depende de hacer horas extras, estamos mal. El empleador las puede recortar en cualquier momento. Y vivir para trabajar nunca fue nuestro objetivo, lo sabemos desde fines del siglo XIX”